El aumento de glúteos es una cirugía que ha llamado la atención de miles de personas en el mundo para acrecentar la sensualidad de su cuerpo al definir esta zona con mayor forma y darle un mayor volumen a esta área, por lo que se trata de una intervención quirúrgica que tiene fines solamente estéticos y no relacionados con la salud.
A través de este procedimiento, el cual también es conocido como gluteoplastia, los pacientes adquieren una figura curvilínea que muchas veces es muy difícil de conseguir a través de ejercicios comunes. Aunque muchas mujeres son quienes solicitan esta clase de cirugía, el género masculino también ha optado por ella para proyectar así una imagen más atractiva.
El aumento de glúteos generalmente se efectúa con dos técnicas distintas. La primera de ellas, y la más común, es a través de implantes; mientras que la segunda se trata de un incremento mediante la inyección de grasa que se obtiene del mismo cuerpo de la persona que se somete a la operación.
La glutoplastia que utiliza prótesis reconstruye el perfil del área que se encuentra en la parte superior de la nalga. Para llevarla a cabo, el médico debe realizar un corte de aproximadamente cuatro centímetros para por medio de él alcanzar la zona baja, donde se ubica un “bolsillo”, donde es colocado el implante, el cual usualmente está hecho de silicona, cuyo relleno suele ser gel, aunque en la actualidad existen otros en estado cohesivo. La parte en la que se hace la incisión es en medio de los dos glúteos.
Esta clase de intervención tiene una duración de dos horas máximo, y el tiempo de recuperación es de 10 días, los cuales el paciente debe evitar sentarse para que la zona operada no sea comprimida. Asimismo debe guardar una postura especial mientras duerme, la cual será boca abajo.
El nombre de la intervención para aumento de glúteos a base de inyección de grasa es lipoinyección. En esta técnica se transfiere grasa de otra parte del cuerpo, que normalmente es de la cintura, espalda o caderas. Se hacen dos inyecciones de tamaño pequeño, donde se injerta la grasa obtenida, con lo que se logra una figura más natural.
Las cantidades inyectadas varían de acuerdo a cada paciente y según sus características, pero los volúmenes que se transfieren de manera común van de 200 a 600 cc. La cicatrización donde se hicieron los cortes dura alrededor de tres días, y las marcas desaparecen casi por completo.
Esta manera de operar tiene varias ventajas. Una de ellas es que se coloca la cantidad que el cirujano cree conveniente o el paciente desee, lo que facilita la remodelación. Poco a poco se ha conviertido en una técnica muy solicitada y utilizada para el incremento de la zona trasera del cuerpo.
No obstante en algunas ocasiones la grasa es reabsorbida, pero esto no sucede más del 20 por ciento, y con una operación llevada a cabo por un cirujano experto, esto no se produce más allá del 5 por ciento.
La anestesia que es utilizada para ambos tipos de aumento de glúteos es la sedación mas anestesia regional, en donde el paciente se mantenga relajado y/o dormido en todo momento.
Para ser candidato a esta cirugía estética se necesita cumplir con diversos requerimientos, entre los que están el ser mayor de edad y, uno de gran importancia, contar con un buen estado de salud física y emocional. Para ello el paciente debe someterse a diferentes clases de exámenes.
A pesar de que puede existir dolor, los analgésicos ayudan de manera considerable a controlarlo; además aparecen hematomas e hinchazón, los cuales desaparecen con el paso de los días. Afortunadamente, luego de unas cuantas semanas, aún si es necesaria una segunda intervención sentirá sus glúteos de forma natural y podrá volver a su vida cotidiana.