La boca es considerada como un elemento cargado de sensualidad, pues según estudios realizados por la Universidad de Louisville, en Reino Unido, los labios gruesos son percibidos como un elemento de atracción, es por esta razón que el aumento de labios o labioplastia es una cirugía que cada vez tiene más adeptos y más pacientes satisfechos por la imagen que se obtiene tras ser intervenidos.
Con esta intervención se busca la corrección de diferentes características estéticas que muchas veces son consideradas como defectos, algunas de ellas son las depresiones, arrugas, desproporciones o el poseer labios delgados que no satisfacen la manera en la que nos miramos a nosotros mismos.
El aumento de labios no es una operación propiamente dicha, sino que se lleva a cabo por medio de una inyección. El material que es introducido es recomendado por el cirujano y es seleccionado por el paciente. El médico realizará las inyecciones según las características de la persona, pues deberá tomar en cuenta sus condiciones de salud y psicológicas.
Mientras se desarrolla el procedimiento, el paciente no se queda inconsciente, sino que sólo se entume la parte en la que se introducirá la aguja.
El material que es usado como relleno puede ser de dos clases. Uno de los tipos es el que su duración es por tiempo indefinido, mientras que existen otros cuya duración es temporal, pues son reabsorbidos, por lo que desaparecen y se tiene que volver a aplicar.
Existen distintos procedimientos para que se realice el aumento de labios. La plastia es uno de ellos, el cual tiene resultados permanentes. En este se consigue un labios más anchos por medio del traslado del tejido de esta misma apertura de la boca y de este modo la cicatriz queda oculta dentro de la misma cavidad.
Otra de las formas de conseguir este incremento es de introducir de manera directa el implante del material que ha sido seleccionado, acción que no lleva más de media hora. La sustancia se presenta en una jeringa con una aguja de punta delgada y estéril. Con ella se hacen incisiones de pequeño tamaño y así se remplazan sustancias naturales que se encuentran en la epidermis y que se ha perdido por hábitos como fumar y beber alcohol o por la misma edad.
Entre la variedad de los materiales utilizados en esta técnica se encuentra el artecol, que se trata de esferas microscópicas de metacrilato que han sido mezclados con colágeno. El implante debe hacerse en diferentes ocasiones y la duración del efecto de labios voluminosos no puede ser precisada, ya que puede ser temporal, porque sólo dura varios años, o es posible que sea permanente.
Otros materiales son el goretex, que es un polímero no reactivo y que logra resultados de forma definitiva y al poseer microporos el tejido labial natural se vuelve a desarrollar y de esta forma el implante pasa a ser parte del labio.
El lipofiling es otro procedimiento efectivo y seguro. En este el injerto es la misma grasa del paciente obtenida de otra zona de su cuerpo. La grasa se usa luego de que ha sido purificada y procesada. Al no ser sintético, no existen efectos secundarios.
El colágeno es también una opción y es muy común su uso, no obstante, a pesar de sus seguros y efectivos resultados, estos también son cortos. El colágeno es una proteína cuya aplicación es común en el relleno de líneas faciales y arrugas.
Por último aparece el ácido hialurónico, el cual también es temporal. Su uso es similar al colágeno, pues se requiere en el tratamiento de los signos de la edad.
El paciente puede incorporarse casi de inmediato a su rutina diaria luego de la intervención, pero se deben tomar precauciones para que no haya probabilidad de hematomas, como el no injerir ciertas clases de fármacos.
La inflamación es normal días después del tratamiento, para lo cual el cirujano realizará masajes en la zona de las infiltraciones.