La blefaroplastia o cirugía de párpados rescata la juventud, salud y belleza en la zona de los ojos. Esta área es el punto más llamativo del rostro humano, pues en todo momento la atención de quien conversa con nosotros se concentra en ellos, por esta razón resulta tan importante que a través de estos se exprese una vida plena.
Con el paso de los años, puede aparecer exceso de piel y grasa que se acumulan arriba y debajo de los ojos. Afortunadamente existe la blefaroplastia, que contrarresta estas señales de vejez y cansancio.
Los párpados son pliegues de piel que pueden moverse y vienen en par: uno en la parte superior del ojo y otro en la inferior. Su objetivo principal es resguardar al órgano del exterior y humedecerlo, por lo que el cuidado de ellos no es un asunto únicamente relacionado con la belleza.
El descuelgue del párpado superior tiene diferentes causas más allá del envejecimiento, entre las que destacan accidentes cerebrovasculares, cáncer que afecte músculos o nervios, jaquecas, trastornos neuromusculares, como miastenia grave; lesiones nerviosas, entre otras razones. Algunas personas presentan esta característica desde su nacimiento, es decir, es congénito, mientras que la mayoría lo desarrolla de forma posterior.
Aunque en algunas ocasiones este pliegue caído puede aparecer y desparecer de esa condición, es posible que también sea constante o empeore conforme pase el tiempo.
La blefaroplastia es una intervención quirúrgica que restaura los párpados o parte de ellos, ya sea en la parte superior, cuando se ha caído; o inferior, cuando se han formado abultamientos bajo los ojos. Esta cirugía consiste en la remodelación de los tejidos perioculares sin estirar las arrugas de alrededor ni realzar el arco de la ceja.
El fin por el que se realiza no es únicamente estético, pues más allá de brindar un efecto rejuvenecedor, la cirugía de párpados soluciona problemas de visión, ya que cuando la piel del párpado superior se acumula por desprendimiento, el campo de vista se reduce de manera considerable, a la vez que provoca fatiga ocular por el peso, condición que es conocida como “dermatocalasia”; esto provoca cambios en el astigmatismo y notables perturbaciones en la agudeza visual.
Asimismo al invadir una zona fuera de la que le corresponde por anatomía natural, se produce irritación conjuntival, ojo rojo, además de lagrimeo.
A pesar de que comúnmente es la edad el primer factor por el que aparecen la caída y “bolsas” en los puntos mencionados, algunos jóvenes poseen abultamientos en el área baja, por lo que, aunque es después de los 35 años cuando los pacientes suelen ser sometidos a la operación, hay personas menores de ese rango que deciden ser intervenidas sin que exista alguna dificultad.
Antes de que la operación se realice, se toman fotografías de los párpados y se señala el área que será extirpada por medio de un rotulador dermatológico. En la cirugía se extrae la piel y el músculo orbicular, además de la grasa.
Existe el riesgo de la aparición de moretones o equimosis, los cuales se borran al poco tiempo.
Una de las grandes ventajas de este procedimiento es que no existe el riesgo de cicatrices, debido a los avanzados instrumentos que son utilizados y a que el área en la que se lleva a cabo la escisión es a lo largo de los pliegues naturales de los párpados.