La barbilla brinda armonía al rostro, debido a que de su forma y tamaño depende el balance de la cara. Es por ello que la mentoplastia u operación del mentón es utilizada para conseguir una extraordinaria remodelación facial donde se corrigen asimetrías y se suavizan o enfatizan las facciones, además de que se consigue un perfil perfecto.
La mentoplastia, también conocida como genioplastia, se trata de una intervención quirúrgica que tiene como fin aumentar o disminuir la prominencia de la mandíbula inferior, es decir, el mentón. El tipo más común de esta operación es el incremento.
Generalmente, quienes recurren a esta cirugía poseen una proyección desproporcionada del mentón o hay flacidez bajo el mismo. Sin embargo para llevar a cabo la cirugía deben tomarse en cuenta otros factores, como la posición de labios y ojos, y el sexo del paciente, pues mientras que en el hombre lo ideal es que el nivel de la barbilla se encuentre al mismo que el labio inferior, en las mujeres debe ser 2 mm atrás.
Una de las técnicas más comunes para aumentar el mentón consiste en implantar una prótesis, técnica que es idónea cuando no se busca acrecentarlo más de 10 mm. En este caso, se hace una incisión dentro de la boca para que no existan marcas visibles en la piel. Cuando se busca que la mandíbula sobresalga más de 10 mm, se opta por una operación de deslizamiento, en la que se adelanta el hueso y se corrige el defecto de una manera más precisa.
Por lo regular, cuando el mentón se aumenta, el paciente se somete a otras cirugías, como la operación estética de nariz, conocida como rinoplastia; así como una liposucción facial para eliminar la grasa que se coloca en el cuello y bajo la barbilla.
Para la reducción, también se lleva a cabo una pequeña incisión dentro de la boca, donde se realiza un lijado en el hueso.
Antes de practicar la operación, se deben tomar radiografías de la cara y de la barbilla, por medio de las cuales el cirujano podrá determinar qué parte será intervenida.
Cuando es necesario el implante, se utiliza anestesia general, por lo que el sueño es inducido y el paciente no siente dolor alguno durante la cirugía. También es posible que se use anestesia local, además de un medicamento, para que la persona se mantenga relajada. La pieza a implantar puede ser ser artificial hecho con silicona o ser tejido adiposo; el cual se fija con suturas en el caso de implante de silicon.
Después del procedimiento, se puede sentir dolor, entumecimiento, estiramiento, y existe el riesgo de que aparezca hinchazón, los cuales desaparecen conforme pasa el tiempo. En el caso del malestar, este puede ser fácilmente controlado con medicamentos. El entumecimiento del mentón, que es una sensación normal luego de esta cirugía, se elimina con el tiempo. El sentir estiramiento alrededor de la barbilla suele desaparecer en la primera semana, mientras que la hinchazón se termina por completo luego de seis semanas.
Cabe señalar que dentro de las indicaciones que comúnmente se dan por parte del cirujano plástico se encuentra el seguir una dieta líquida durante un periodo específico.